La cristalización es el resultado de un proceso natural como consecuencia de la presencia de glucosa.
Cuando las temperaturas se mueven entre los 10 y los 20 grados, el endulzante de las abejas pasa de estado líquido a sólido, pero en ningún momento pierde sus propiedades, se estropea o hay que desecharla. Nada de eso. Simplemente es un cambio de imagen, pero sigue siendo la misma miel.
Como su propio nombre indica, vemos cómo el producto se ha convertido en una especie de cristales y tendremos más dificultad para servirla con una cuchara.